¿Qué es la cirugía metabólica?

La cirugía metabólica o cirugía de la diabetes, es un conjunto de técnicas quirúrgicas que tienen como objetivo alterar la anatomía del estómago, el intestino delgado o ambos ocasionando cambios metabólicos y hormonales en el cuerpo. 

De esta forma ayuda al paciente no solo a perder peso, sino que además favorece la prevención y control de ciertas condiciones médicas crónicas que están asociadas a la obesidad, mejorando la calidad de vida de los pacientes.

Los efectos de la cirugía metabólica van desde alterar la forma en la que el cerebro detecta la sensación de plenitud o saciedad al ingerir los alimentos, hasta modificar la producción de insulina directamente en el páncreas, lo que a su vez logra con el tiempo mejorar el control de la glucosa en la sangre.

Todos estos tipos de efectos hormonales conducen a la resolución de muchos problemas médicos, ya sea diabetes, hipertensión o síndrome metabólico, y ahí es donde obtenemos los beneficios de la cirugía.

¿En qué consiste la cirugía metabólica?

Las técnicas quirúrgicas utilizadas en la cirugía metabólica se enfocan en procedimientos restrictivos, malabsortivos o una combinación de ambos.

Hablamos de procedimiento restrictivo cuando se realizan técnicas que reducen el tamaño del estómago, limitando así la ingesta de alimentos del paciente, pero manteniendo intactas sus funciones digestivas, como es el caso de la cirugía de banda gástrica ajustable. 

Por su parte, los procedimientos malabsortivos si alteran las funciones del tracto digestivo, por medio de una técnica en la que se producen cambios en el intestino que evitan la absorción completa de las calorías y nutrientes de los alimentos. 

En los procedimientos mixtos, el cirujano bariátrico combina las dos técnicas y logra reducir la capacidad gástrica y a la vez disminuir la absorción de los nutrientes y alimentos que se ingieren, por ejemplo, la cirugía de Bypass gástrico. 

En esta cirugía se reduce una parte del estómago que luego será conectada a la parte inferior del intestino delgado y de esta forma se disminuye el área de absorción de los alimentos.

¿Cuál es la diferencia entre cirugía bariátrica y metabólica?

Hace más de una década que la cirugía bariátrica se comenzó a llamar cirugía metabólica. La razón de esto fue el conocimiento progresivo adquirido sobre los efectos que en realidad tiene en el organismo.

Si bien en ambas se emplean las mismas técnicas, se evidenció que la forma en que los pacientes perdían peso realmente no era solo por reducir el tamaño del estómago y restringir la ingesta de alimentos. 

Al alterar la anatomía del tracto digestivo se implican diversos mecanismos hormonales que afectan otros órganos, de forma que se favorece el control y prevención de otras condiciones médicas, como son la diabetes, hipertensión, dislipidemias o síndrome metabólico.

Es en este punto donde pasamos de la cirugía bariátrica que se empleaba sólo en casos de obesidad mórbida a la cirugía metabólica que tiene un enfoque más integral del paciente, tratando además las enfermedades asociadas a la obesidad, lo que permitió con el tiempo llevar el tratamiento quirúrgico a pacientes con obesidad leve o moderada. 

Beneficios de la cirugía metabólica 

Los cambios hormonales que ocurren después de alterar la anatomía del tracto digestivo mejoran el estado inflamatorio crónico ocasionado por la obesidad, el perfil de glucemia y el perfil de lípidos, previniendo al paciente de todas las enfermedades cardiometabólicas asociadas al aumento de peso.

Son diversos los estudios que han confirmado el éxito de la cirugía metabólica y entre los beneficios que más resaltan tenemos:

  • Mejora el control de la glucemia y diabetes tipo 2, por lo que está indicado como tratamiento quirúrgico de la diabetes.
  • Reduce la prevalencia de dislipidemias; Los pacientes después de la cirugía presentan cifras menores de colesterol, triglicéridos y lipoproteínas de baja densidad.
  • Resolución de la hipertensión arterial con una tasa de remisión que oscila entre un 43% a 83%
  • Resolución de la esteatosis hepática.
  • Reducción del riesgo de enfermedad cardiovascular.
  • Mejora significativa de la somnolencia diurna y gravedad de la apnea obstructiva del sueño.
  • Disminución de los síntomas de incontinencia urinaria

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